La continuidad de Liberbank en el patronato permanece sin aclarar más allá de los dos años que tiene la Fundación para compensar su crédito.
La falta de concreción sobre los planes futuros de la Fundación Niemeyer para incorporar a más patronos privados comienza a generar dudas entre las entidades que ya forman parte de la entidad. Algunos patronos privados han expresado en diferentes ámbitos su creciente incomodidad al sentirse meros "convidados de piedra" en la actividad del centro cultural de la ría, que trata de reflotar su programación y saldar las deudas que acumuló por la anterior gestión.
En la actualidad, tres empresas forman parte del patronato: Asturiana de Zinc, Liberbank y el Grupo Daniel Alonso. Son los resistentes en una fundación que llegó a contar con otros dos patronos privados más (la Fundación Masaveu y la firma de abogados Garrigues), así como patronos personales, como el productor musical Manolo Díaz y el asturiano Enrique Iglesias, secretario general de la Secretaría General Iberoamericana. Los Masaveu anunciaron su salida cuando las sospechas sobre la mala gestión del centro aún no eran públicas. Prometieron seguir vinculados con el centro cultural a través de actividades específicas, pero jamás se concretó ese compromiso. La firma Garrigues comunicó su abandono el 27 de febrero de 2012, en plena escandalera política por el centro cultural. La marcha de Enrique Iglesias se produjo de forma tácita y diluida, y Manolo Díaz anunció el pasado mes de marzo su abandono amparándose en una presunta incompatibilidad.
Sin embargo, el futuro de estos tres patronos privados que aún se mantienen en la Fundación comienza a presentar dudas. El Gobierno regional no tiene claro el compromiso de continuidad de Liberbank. La Fundación ha alcanzado un acuerdo para compensar el crédito de más de 500.000 euros que debía a la entidad bancaria a cambio de las aportaciones anuales de Liberbank. Aunque tras el último patronato la consejera, Ana González, aseguró que se estaba negociando un nuevo acuerdo entre ambos, la propia consejera señaló ante los patronos que no estaba claro el compromiso futuro de la entidad bancaria más allá del periodo de dos años en el que se compensarán sus aportaciones con la cantidad que le debe el centro cultural, según fuentes próximas a la Fundación.
El representante de Liberbank en la Fundación se abstuvo en la aprobación de las cuentas reformuladas de 2012 y no asistió al último patronato. También ha sido baja en varias reuniones Jaime Arias, director de la factoría de Azsa en San Juan de Nieva. Medios próximos a la Fundación han señalado que el Grupo Daniel Alonso ha expresado en varias ocasiones su deseo de desvincularse del patronato, aunque en ningún momento lo planteó formalmente.
El creciente desapego de los patronos privados coincide con la apatía de la Fundación en la búsqueda de nuevas incorporaciones al patronato, más preocupada por sacar adelante una programación estable que en emprender ampliaciones. No obstante, la ajustada situación económica del centro cultural, que debe hacer frente a las deudas con el Principado por las subvenciones mal justificadas y a los proveedores, tampoco resulta atractiva para nuevas incorporaciones.
"Quizás sea necesario impulsar el plan de búsqueda de entidades privadas, o al menos aclarar qué va a suceder", señalan medios cercanos a las empresas que forman parte del patronato de la Fundación Niemeyer, al tiempo que reconocen la labor desempeñada por la consejera de Cultura, Ana González, para poner orden en el centro cultural y sacarlo a flote de un mar de deudas y facturas dudosas.
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